CANADÁ OESTE Los Parques Nacionales de Alberta Columbia Británica

Auténtico símbolo para Canadá, los Parques Nacionales de las Montañas Rocosas ofrecen algunos de los paisajes naturales más bellos del mundo. En realidad dentro de las Montañas Rocosas Canadienses se suceden cuatro parques nacionales  que alcanzan juntos una superficie de 20.210 kilómetros cuadrados. Se trata de Banff, Jasper, Kootenay y Yoho. Los cuatro, con picos qu sobrepasan en algunos casos los 4.000 metros sobre el nivel del mar, incluyen la línea que marca el punt hidrográfico culminante de Améric del Norte, separando las cuencas ártica pacífica y atlántica. Los lagos Louise Peyto y Emeraude, accesibles desde l localidad de Banff y la población d Calgary, famosa por los deportes de invierno son también muy visitados En todo Canadá existen 28 Parque Nacionales, que cubren una superfici de 13 millones de hectáreas y cuyo cuidad requiere el trabajo de unas 250 personas.
A estos Parques Nacionale debe añadirs los numerosos parque provinciale existentes Junt a límit de las provincias de Alberta y Columbia Británica, a unos 120 kilómetros d distancia de la ciudad de Calgary, surge estas cuatro áreas protegidas ta próxima entre sí, y en algunos caso incluso limítrofes, que forman un territori orgánic e el que también s integran los parques provinciales de Wilmore, Wilderness y de los monte Robson y Hamber. Por su importanci medioambiental, los cuatro parques d Jasper, Banff, Yoho y Kootenay, fueron designados por la UNESCO en 198 Patrimonio Mundial de la Humanidad Lanuras bajas y espaciosas, cimas d rocas erosionadas, grandes extensione de nieve en polvo, torrentes impetuosos lagos relajantes

Banff: primer Parque Nacional de Canada 

Banff es el primer Parque Nacional de Canadá, tanto por antigüedad de servicio, ya que su creación se remonta  1885, como por número de visitantes En 1883 dos obreros ferroviarios qu trabajaban en l construcción de la primer líne que atravesa la Montaña Rocosa descubrieron unos manantia les de agua caliente. En aquel lugar sur gió la ciudad de Banff. Su proyecció turística no escapó al superintendent general de la Canadian Pacific Railway William C. Van Horne, y al no poder “exportar” el paisaje, se ocupó de “importar turistas, ofreciendo la imagen de Banf como “el luga de veraneo de montañ po excelencia”. El áre sobr la que había nacido la gran reserv fu gradualmente ampliada hasta alcanzar las actuales 664.000 hectáreas,que comprenden todos los elementos del paisaje típico de la región: lagos,precipicios, cumbres como el monteRobson que alcanza los 3954 metros de altura sobre el nivel del mar, diversos glaciares y dos de los hoteles más espectaculares del mundo,situados uno en la propia localidad de Banff y otro en el Lago Lousie.Dos escenarios únicos que cada año son admirados por más de cuatro millones de visitantes, animados por la extrema facilidad de los medios deacceso al parque: la Trans-CanadaHighway y una línea de los CanadianNational Railways. 
El animal más simbólico del parque es el alce, que a principios de siglo prácticamente se había extinguido debido a la caza indiscriminada y a la continua erosión de su hábitat natural. Entre 1917 y 1920, más de 250 ejemplares fueron transferidos aquí desde el Parque Nacional estadounidense de Yellowstone. La adaptación dio resultado,y hoy cerca de cuatro mil alces pueblan la zona. Se les puede ver en los lagos ya  que comen las hojas de los nenúfares. Los machos, dotados de impresionantes astas ramificadas, pueden luchar durante horas para conquistar a las hembras que serán su pareja.  El otro representante por excelencia de la fauna local es el oso gris o grizzly. Se trata del mayor oso de América del Norte que puede llegar a los 700 kilos de peso y hasta los tres metros de altura.
 A pesar de la pésima fama que lo rodea, el grizzly come casi exclusivamente vegetales; sólo en situaciones extremas llega a atacar a otros animales o, excepcionalmente, a seres humanos y en realidad resulta muy difícil toparse con uno de ellos. Tejones, castores, martas, coyotes, búhos y gavilanes viven en los bosques de las montañas mientras los cisnes trompeteros y las grandes garzascazadoras de ranas merodean por las  aguas del fondo de los valles.   En los límites occidentales del Banff se encuentran los dos “pequeños” parques de Yoho, al norte, y de Kootenay, sur. El primero tiene una extensión de unas 130.000 hectáreas, mientras que el  segundo alcanza las 138.000. Estos dos territorios, así como el parque Jasper, se hallan junto a la divisoria continentalentre los océanos Atlántico y Pacífico.

 Jasper y el Glaciar Athabaska 

Avanzando hacia el norte se llega al Parque Nacional de Jasper, instituido en 1907 sobre una superficie de más de un millón de hectáreas. Se trata de un auténtico paraíso para los amantes de la Naturaleza. Dentro de los límites del parque hay montes, glaciares, pastos alpinos, bosques y una rica variedad  de fauna salvaje. Las reservas de hotel para los meses de julio y agosto deben hacerse por lo menos con tres meses de antelación, si no están previamente bloqueados por algún tour operador.

El terreno que ocupa es tremendamente montañoso, con cimas que oscilan entre los 1000 y los 3500 metros. En el punto en que se unen el Banff y el Jasper se encuentran el glaciar Columbia, que tiene una extensión de 300 kilómetros cuadrados y el Athabasca, una lengua secundaria del Columbia, de dos kilómetros de longitud. De est reserva de agua se originan los ríos más importantes de la región: el Columbia que alcanza una longitud de 2250 kilómetros y desemboca en el Pacífico; el Saskatchewan, que llega hasta la bahía de Hudson; y el Athabasca, que encauza hacia el río Mackenzie el agua de los tres principales lagos del Canadá septentrional. El rey de estas regiones es el bighorn o carnero de las Montañas Rocosas, con su imponente cornamenta que utiliza sobre todo durante la estación de acoplamiento, el otoño, para conseguir las hembras deseadas, para que en primavera nazcan las crías.

Montañas relativamente jóvenes

Hace 600 millones de años, aquí no había montañas. La región estaba cubierta por un mar tropical poco profundo. A lo largo de los tiempos y bajo el efecto de una presión progresiva, los sedimentos depositados en el fondo del mar formaron estratos rocosos que llegaron a tener hasta veinte kilómetros de espesor. Algunas de las criaturas que vivían en este mar fueron milagrosamente fosilizados en la roca durante todo el proceso. Hace 140 millones de años las  presiones deformaron gradualmente la corteza terrestre dando lugar al nacimiento de las montañas que más tarde sufrieron modificaciones fruto de la erosión del agua y del viento. Hoy las Montañas Rocosas albergan algunos de los paisajes más bellos del mundo. Los bosques de Canadá representan un marco ideal para proteger esta auténtica joya paisajística que se puede complementar con la visita de la ultramoderna ciudad de Vancouver, el disfrute de la isla del mismo nombre con la capital del Estado de British Columbia: Victoria y los espectaculares jardines Butchard, e incluso un crucero por Alaska.

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